
trajo a mi el recuerdo de la noche que deje ir...
cálidamente las copas de los arboles se inclinan de un lado a otro por la brisa de su aliento, que susurra frases que ya no entiendo...
del fulgor de los vientos una mariposa carmesí, se posa en mi ventana y emprende el vuelo nuevamente con mi corazón en sus finas garras...
en sus alas que bailan al compás del vuelo, un extraño polvo se esparce a mi alrededor, multicolores de la infinidad llegan a mi proyectados en destellos que se apagan en la brisa de sus ojos...
de la noche llego un sentimiento perdido que me detiene por segundos, minutos y al final detendrá el latir de mi corazón...para toda la eternidad...
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