jueves, 9 de julio de 2009

cuatrigesimo cuarto poema...Oh, de aquel-.-


entre las penumbras de la noche, el espiritu concuerda con los angeles de la noche...

y en comunion con la inspirasion de mi alma quebrantada, resito la pena que la inexistente lejania de aquella imagen perdida en las noches...

bajo el lobrego manto sepulcral la noche asoma su loca sonrisa haciendo una maldicion carnal a todo aquel, que corre bajo la briza esperando, y en su propia locura encuentren la razon de calmar sus penas y sus lagrimas carmesies...

porque en medio del tumultuo de encontrarse lejanos he inexistentes os permite la comunion con los semejantes de la noche...

caminantes errantes, eternos desterrados que nunca seran los amantes...

todos por cupido condenados como piezas del ajedres semos perdidos...

y errantes hasta el fin de los dias...

bajo el candor de las negras velas descansar enterrados en el abismo donde la pelicula no tiene secuelas de luz, no queda mas que un abismo de sollosos cantos de glorias banas...

sueños que se pierden en la noche...

deceos perdidos en la oscura mirada de los oscuros enviados de cupido...

aun asi...

puedo sentir una calida mirada...

una mirada escarlata, fria pero acojedora...

que se mescla con la mia...

irresistible el verle, inquietante el no tocarle y sentir su fria nacara aperlada por lo rayos de la hermosa luna...

sin sentidos yace yerto sin vida olvidado, a la diosa tarde he llegado, su partida al eliceo fue mas rapida que el vuelo de mi mente y el poeta resitara en el futuro mi dolor...


0h, de aquel que ha muerto en medio de la desolacion, solo tan abandonado sin amor sin consuelo ella lo ha matado ya no hay ningun anelo imposible el que unidos sean...besar ese hermoso cuello fue su perdicion seria un acto grandioso asi podria ir al infierno felis desearia haverle tocado y amarle por una sola noche...

pero solo sombras y oscuras motañas de arena roja quedaron...

y con la muerte la pena y la perdida...

por que solo pudo comparar su belleza con la oscura maldad que en ella fue sembrada...

al ocaso de su madre grito al cielo su nombre...

y juro y la sangre de los creadores de su maldad serviran al altar de su dolor... Oh. de aquel pobre enamorado que sufrio por una diosa...

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